Este
libro me ha gustado mucho porque te hace pensar bastante y va sobre un mundo
extraño en el que los muertos están vivos, los ladrones son buenos y las
bibliotecas son manicomios. El final de la historia te deja un poco
desconcertado porque de repente un ladrón, una muerta viva, un niño-niña con
calvicie y un lobo perro son familia. Y el padre parece ser que era un biólogo
y se casó, tuvo dos hijos totalmente calvos (no tenían ni un solo pelo en todo
el cuerpo) e hizo experimentos con uno de ellos para que le creciera el pelo. Y
lo consiguió. Pero como el niño podría haber muerto, la criada se lo lleva y lo
cuida como si fuera su propio hijo. Por eso, el ladrón se da cuenta de que en
realidad tenía un hermano.
Hay
algunas partes que dan miedo, pero al final te tranquilizas. (Es mejor leerlo
de día).
Lo recomiendo mucho para cualquier edad. A mí, que tengo 10 años, me ha encantado.