Me ha
dado mucha risa este libro porque David siempre estornuda y cuando llegan a un
planeta que no conocen resulta que esos estornudos son un idioma que los
habitantes de allí entienden. Hay muchos monstruos de piedra, que quieren
atacar a la población del planeta.
Las
ilustraciones del libro no tienen colores, pero se puede colorear en él, lo que
lo vuelve también muy divertido.
También
me ha dado mucha risa que David es muy torpe y un día se comió la tele (en la
página 15).